Migrante viviendo en Panamá.
Historias contadas desde el tránsito, el arraigo y la reinvención.

En el transcurso de mi carrera he aprendido muchas cosas.
Una de ellas (para mí, la más importante) es que una idea
no tiene dueño. Es libre. No tiene forma, ni rostro, ni color.
Nosotros, los equipos creativos, la vamos moldeando
con dirección y propósito.Y acá está la clave: esa dirección muchas veces no viene del brief.
Viene de la intuición, del miedo, del razonamiento
y del autoestima de quienes la tocan.Eso hace que nuestro mejor trabajo no nazca del ego, sino de lo visceral,
de lo que conocemos -o lo que deseamos conocer-,
de lo que todavía no existe. De historias que tal vez
ocurrieron en algún lugar, pero que creemos
que inventamos.
Eso me gusta de mi profesión.No trabajo nada más
para que mi forma de ver el mundo venda.
Trabajo para dar vida y luz a una parte de mi .
Y quizás alguien, del otro lado, la sienta suya.
Soy René Bustamante.





































